jueves, 6 de febrero de 2014

La Carrera Latinoamericana por la Calificación Crediticia: la Visión de Moody's

Estaba pendiente una actualización de nuestro gráfico acerca de la carrera de los países latinoamericanos en pos de mejorar su calificación crediticia. El momento actual, en el que México y Paraguay acaban de elevar su rating, es propicio para ello.

El upgrade ha sido determinado por Moody's, una de las tres más grandes agencias calificadoras del planeta (las otras dos son Standard and Poor's y Fitch), en base a lo observado en ambos países. Ésa es la razón por la que hoy elaboramos nuestro gráfico tomando como referencia los ratings asignados por dicha agencia, tal como también lo hemos venido haciendo con los asignados por sus competidoras en el negocio.

En México, sin duda, ha sido clave la aprobación de un importante paquete de reformas que buscan promover la inversión privada en sectores clave (como los de energía y telecomunicaciones) y así acelerar el actualmente débil crecimiento. En Paraguay, por su parte, lo ha sido la mejora en materia fiscal, el fortalecimiento del marco institucional como resultado de un paquete legislativo aprobado el año pasado y la tranquila transición política tras la destitución del presidente Lugo en el 2012.

Como sabemos, la calificación crediticia se determina tomando en cuenta la que las agencias mencionadas asignan a los bonos soberanos de largo plazo en moneda extranjera emitidos por el país analizado. Una más alta indica más sólidos fundamentos y mejores cifras en los múltiples aspectos considerados en la evaluación, lo que se refleja en una mejor capacidad de pago de la deuda. Y siendo así, incrementa la probabilidad de que sus emisiones de bonos en los mercados internacionales de capital se efectúen exitosamente, tanto en lo que atañe a demanda, como a tasas de interés y plazos. Es decir, contribuye a que el país obtenga mejores condiciones de financiamiento, las que luego se traducen en los créditos que las empresas y personas reciben localmente. Pero eso no es todo: una mejor calificación crediticia también genera más confianza a los agentes económicos internos y externos, propiciando el incremento de las vitales inversiones.

En realidad, aparte de lo de México y Paraguay, no hay mayores cambios en el gráfico respecto del publicado anteriormente.

Chile se mantiene, con su Aa3, muy sólido en su posición de país latinoamericano mejor calificado, distinción que también se la otorgan las otras dos agencias. México, con su flamante mejora de rating (de Baa1 a A3), se pone ahora a dos escalones de distancia del Perú y consolida su segundo lugar en la región, considerando que también lo aventaja a criterio de Fitch, aunque permanece igualado con éste según S&P.

Nuestro país, si bien registra el mismo rating que Brasil y Panamá (Baa2), aventaja a ambos gracias a su perspectiva positiva, que abre las puertas (de no haber debilitamiento de sus fundamentos) para una próxima mejora. Estos dos últimos poseen una perspectiva estable, que hace pensar que una eventual mejora no será tan inmediata.

La lista de los países con Grado de Inversión la cierran Colombia, Uruguay y Costa Rica, con rating Baa3, registrando los dos primeros perspectiva positiva, pero el último una negativa.

Luego figuran los países con grado apenas especulativo, comenzando por Guatemala con rating Ba1 y terminando con Ecuador y Cuba con Caa1. En dicho grupo destacan, por su tamaño económico y abundancia de recursos naturales y humanos, pero gran debilidad macroeconómica, Venezuela y Argentina, ambos afectados por muy elevadas inflaciones, que aparte de estar deteriorando la capacidad adquisitiva de sus poblaciones y el valor de sus monedas, ensombrecen sus perspectivas de crecimiento, pues sin ninguna duda desembocarán en fuertes procesos de ajuste.

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